En este curso -abierto a todos/as- vamos a leer, y dialogar sobre el Fedro de Platón. ¿Tenemos que desconfiar de la locura enfermiza del amor y por lo tanto preferir amantes que no nos hundan en esta ciénaga ? Este dialogo trata de distinguir entre la inspiración divina y los aspectos malsanos del amor. Al mismo tiempo contiene una reflexión sobre los limites de la palabra: solo puede servir para despertar algo que ya tenemos dentro.
La palabra que pretende captar o el inefable que nos capta
Un curso típico de filosofía suele consistir en una presentación histórica de corrientes importantes, evitando el contacto directo con textos primarios y remplazando esta experiencia vital de lidiar personalmente con pensadores con una colección de cajas prefabricadas en las cuales se pueden poner – y enterrar- sus pensamientos.
En este curso vamos a hacer algo distinto: confrontarnos juntos con un espléndido dialogo: El Fedro de Platón, padre de la filosofía Occidental.
Vamos a ver cómo Platón usa el medio literario de un diálogo para mostrarnos el pensamiento en forma teatral: donde las voces que escuchamos alrededor de nosotros y que llevamos adentro, se presentan a través de personajes distintos. Donde las contradicciones internas se muestran en contradicciones externas.
'La Circunstancia', de Jordi Navarro Fisas
En contraste con mucha de la filosofía analítica actual, que bien merece su imagen aséptica, para Platón la filosofía no se reduce nunca a un mero juego de palabras, pero se dirige a la psique, el alma, donde las contradicciones internas de una persona, de una sociedad, se demuestran como la distancia entre la apariencia y la esencia. Entre presumir y ser.
En este diálogo vamos a encontrarnos con Lisias, un hombre de fama y de reputación, reconocido por su capacidad de manipular la palabra para convencer y captar cualquier audiencia. Con Fedro un joven guapo y vano que se deja impresionar por el discurso transgresor y cínico de Lisias sobre el amor. Y por supuesto, con Sócrates, el hombre inclasificable que anda por las calles siempre dispuesto a dialogar y a poner en duda los valores que supuestamente nos distinguen en una sociedad.